Somos Los Niños del Sol los fundadores y creadores de la Nueva Era Dorada
En esencia, nosotros nos olvidamos de que somos Seres cósmicos teniendo una estancia breve en el Planeta Tierra. Cuando regresemos a nuestra herencia cósmica y la reclamemos, no podremos achicarnos más. Tenemos una visión expandida y un sentimiento de estar en un escenario como un actor, sólo asumiendo un rol por un tiempo. Luego descartamos el rol y nos volvemos el verdadero personaje y vivimos nuestras vidas congruentemente con esto. Cuando dejamos de achicamos para encajar en las normas de otra gente o en perspectivas rígidas, entonces nos volvemos libres para explorar la infinidad de la Existencia cósmica profundo en nuestro interior. No necesitamos que otra gente nos diga lo que hay en nuestro interior porque nos encanta ahondarnos cada más profundo en los reinos de la Existencia cósmica según es sostenida profundo dentro de nosotros.
Nuestros campos de juego se agrandan cada vez más, al igual que nuestro ámbito y visión.
Esto es esencialmente lo que significa elevar la conciencia y adoptar la Conciencia Crística. Significa que elevamos tanto nuestras frecuencias vibracionales que podemos sintonizarnos con el pulso cósmico, y nuestros cuerpos, formas y expresiones completos rebosan de Luz Crística y Amor.
Avanzamos a estar en la compañía celestial de los Ángeles, los Arcángeles, los Elohim, los Maestros Ascendidos.
Bailamos la danza cósmica de la vida y el amor, que es infinito en la creación de posibilidades, nueva vida y formas de vida.
Aprendemos a crear de corazón y con sentimiento lo que está en un alineamiento más elevado con lo que valoramos y atesoramos más.
Buscamos seres afines que están en la misma onda y en la misma misión que la nuestra. Buscamos a quienes nos suban los ánimos, disfruten de nuestrá compañía y nosotros la suya, y combinamos nuestras amistades en un mayor y más elevado servicio.
Deseamos volvernos y ser grandiosos Faros de Luz, Poder y Sabiduría para elevar la Flama Tríada en la Tierra.
Honramos a nuestros hermanos y hermanas como seres que tienen libre albedrío y elección, y les damos la libertad de ser.
Nosotros no firmamos contratos ni reverenciamos las leyes artificiales que atan otros a nosotros. En los estados más elevados de ser acordamos de corazón y ser para combinarnos con otro ser por un tiempo para luego cocrear juntos. Honramos el acuerdo, no porque haya documentos o porque seamos forzados sino porque honramos profunda y sumamente la santidad de dicha unión y buscamos renovar esto a cada mañana y cada noche desde profundo en nuestro interior. Porque sólo podemos honrar lo sagrado del Ser de otro si honramos lo sagrado del Ser en nosotros mismos – como es en nuestro interior, es en nuestro exterior.
Somos los Niños del Sol nacidos de las estrellas. Somos quienes hemos estado creando los cimientos para la Nueva Era Dorada y la Nueva Tierra. Por tanto agradecemos a la Madre Tierra por su poder sustentador de vida y la bendecimos honrando sus bosques, sus árboles, sus animales, sus plantas, sus elementales y todo lo que está vivo en y alrededor de ella.
Nos nutrimos desde profundo en nuestro interior porque sabemos que ese amor es ejemplificar lo que predicamos, y por lo tanto no podemos esperar amor de otra persona si no hemos dominado el fino arte de amarnos a nosotros mismos total y completamente, sombra y luz.
Nutrimos el amor, la compasión, la paz y el contento interior porque sabemos que todo el dinero en el mundo no puede adquirir nada de esto — y no hay remedios rápidos ni píldoras ni curas que nos los puedan dar.
Tenemos que ser la limpieza, despeje y cuidado de casa interior a diario sin fallar, y luego rellenar todos los resquicios y grietas por dentro y por fuera, arriba y abajo con amor incondicional.
Amamos toda vida y más allá de todo esto pues no podemos ser otra cosa más que amor.
Nos erguimos como los verdaderos Hijos e Hijas de Dios y la Diosa, y honramos al Padre y la Madre que nos han creado y nos han dado la vida. Así nutrimos una profunda conexión, un profundo honrar y un amor sagrado.
Acatamos las leyes cósmicas porque hemos aprendido a respetarlas sabiendo que en la Creación reina la armonía y la perfección, y no deseamos deshonrar a toda vida creando caos, destrucción y dolor.
Cada mañana abrimos nuestros brazos de par en par y elevamos nuestra cara al sol, pidiendo ser bendecidos para que podamos bendecir a otros. Y al llover las bendiciones sobre nosotros decimos “gracias, gracias, y más gracias”, y permitimos que la gratitud llene cada célula en nuestros cuerpos llenándolas de amor.
Nosotros somos y nos volvemos.
¡El Amor es quienes somos y lo que somos!
(Judith Kusel)
http://www.judith-kusel.com (aplicable a las lecturas espirituales y de las Flamas Gemelas también)
Somos los niños del Sol – Los fundadores creadores de la nueva era dorada
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